Dulce y Salada
Cuando pienso en Viviana, me acuerdo de las pequitas de su rostro, que descienden calidamente y gotean en sus pechos, y me saben al mar al saborearlos, cuando ella es dulce, y después salada al beber el rocío de su vientre
Cuando pienso en Viviana, me acuerdo de las pequitas de su rostro, que descienden calidamente y gotean en sus pechos, y me saben al mar al saborearlos, cuando ella es dulce, y después salada al beber el rocío de su vientre
He pasado muchas noches desdoblando los recuerdos de su tierna voz y buscando sus gemidos, buscando sus aullidos, para encontrar su respiración y matizarla con susurros en su oído: < *Quiero hacerte mía toda esta noche, quiero beberme el néctar de tu piel a través del jugoso...