Así cambió mi vida y la de mi marido (III parte)
Como todas las parejas, pasábamos nuestros altibajos de reproches y enfados y reconciliaciones. Lo mejor de medio enfadarte con tu pareja es cuando te reconcilias con ella; en nuestro caso solíamos acabar con unos polvos de campeonato.
Como todas las parejas, pasábamos nuestros altibajos de reproches y enfados y reconciliaciones. Lo mejor de medio enfadarte con tu pareja es cuando te reconcilias con ella; en nuestro caso solíamos acabar con unos polvos de campeonato.
En aquella ocasión discutimos por una tontería que no viene al caso (temas familiares) y decidimos pasar un fin de semana en un hotel-spa rural tras acoplar a nuestro hijo con mis padres.
Era a finales de enero y nos fuimos a un sitio encantador situado en un pueb...