El descubrimiento (3)
Después de soportar la violación de Amadeo tuve que oir la historia de mi padre.
Seguimos ahí mucho tiempo, Amadeo con su miembro introducido en mis entrañas, sin apenas moverse, el dolor dio paso a una sensación desagradable de mi recto invadido, mi intestino henchido de orines, un escozor como una quemazón en el ano brutalmente dilatado... Inmóvil, lloriqueando oí como Amadeo cumplía su promesa y me contaba la historia de mi padre, no quería escucharle, pero sus palabras me tenían cautivo.
Tu papaíto ha sido mi putita desde mucho antes de que tu nacieras, bueno, no solo...