Cómeme los huevos, zorra.

Cómeme los huevos, zorra. Abre bien la boca y llénatela de ellos...

Cómeme los huevos, zorra. Abre bien la boca y llénatela de ellos. Mírame mientras lo haces, quiero ver como tienes nada mas dentro de ti que mis huevos. Tú vas a verme desde abajo jadear, descontrolarme. Notarás mis manos que te empujan hacia mi para que tragues mas, para que no te distraigas y pares. Yo veré tu pelo negro rizado, tu lengua relamiendo mis cojones, tu mano derecha que me agarra los veinte centímetros de rabo tieso y me masturba sin parar de lamer.

Y tus tetas. Dios, tus tetas colgando...

Era una polla majestuosa

Era una polla majestuosa. Dura como piedra de una escultura renacentista...

Era una polla majestuosa. Dura como la piedra de una escultura renacentista. Bailando levemente sobre la peana del bajo vientre.

Era una polla brillante. De una carne tersa, bella y salvaje a la vez. Era una polla buscando boca abierta. Adentrase entre los labios apetitosos de una mujer ardiente, deseosa de no dejar un centímetro sin comer. O tal vez en los de un hombre. Quien sabe cual era el mejor destino para esa polla huérfana, tiesa, imponente, cuyo músculo era un reclamo para las bocas deseosas...

Ábreme el culo...

Ábreme el culo, cabrón, ¿ A qué estás esperando?

Ábreme el culo, cabrón. ¿A qué estás esperando? Me tienes aquí en la cama a cuatro patas en ropa interior y esperando que me bajes las braguitas para que me chupes y me lubriques mi pequeño agujerito.

Ábreme el culo, cabrón. Me puse en esta posición para que sepas que es todo para ti. Que quiero sentir toda tu carne por detrás, empujándome con fuerza, con masculinidad, con cierta violencia.

Ábreme el culo, cabrón. Pero trátame con cuidado. Soy tu puta y querré volver a serlo, tal vez mañana, si...

Más cine, por favor.

Javier no se esperaba la jugada de Beatriz en su primera cita...

Digamos que, en realidad, no me llevó al cine para ver la película. Tampoco para que la metiera mano, que ya se lo que estáis pensando.

Beatriz era mucho más sutil, mucho más lasciva. La conocí en persona ese mismo día, después de hablar horas y horas por una de esas aplicaciones de ligoteo. Así de entrada parecía una chica comedida, equilibrada, lejos de aparentar ser la que fue aquella tarde en la sala de proyección. Acordamos ir al cine en nuestra primera cita.

A mi me pareció un poco raro. L...

Acaríciame

Esta vez no habrá penetración. Solo quiere que la toquen...

Acaríciame. Recórreme. Tócame.

Siente mi piel blanca y desnuda que se estremece con el roce de tus dedos.

Comienza por los dedos de mis pies y me subiendo, lascivo, por mis piernas, sin separármelas demasiado aún, porque todo lo quieres, pero no va a ser ahora.

Rodea sutil mi monte de Venus y recréate en mi vientre. Siente su vulnerabilidad. Como tiembla cuando tus contundentes manos lo tocan. Supera mis costillas y llega victorioso a mis pechos, a mis pezones que se endurecen solo con roz...

Mi vestido abotonado

Nada como un buen vestido abotonado y una tarde anodina.

Soy un poco fetichista con la ropa he de reconocerlo. No soy derrochadora en general y como cualquier ciudadana media trato de ahorrar hasta la última peseta. Pero ciertas prendas me pierden. Y cierto calzado aún más. Las cuñas por ejemplo. Su base de hilo de esparto le dan un toque rústico y sencillo que me encanta, en clara contraposición con su alto tacón que me hace sentirme más fuerte y más poderosa. Un zapato de tacón sexy siempre es un clásico pero si encima va ligado al formato sandalia me siento es...

Por debajo de la ropa

Pilar tiene una fantasía que trae a Marcos de cabeza.

Me encantaba que me lo hiciera. Realmente me volvía loca. Podía pedírselo en cualquier situación, en cualquier lugar. Me daba cierto morbo que no fueran espacios fáciles y comunes y sobre todo que no s elo esperara..

Marcos y yo llevábamos poco tiempo saliendo así que básicamente nos pasábamos el día deseando follarnos el uno al otro. Por eso, cada vez que se lo pedía no tardaba en coger una fuerte erección que el al final siempre aprovechaba, evidentemente., pero siempre después de que yo me corriera...

Mi habitación llena de chicos

Una de mis fantasías mas recurrentes es imaginarme en la cama, sentada contra el cabecero, con vestido veraniego corto y abotonado al centro de arriba a abajo, sandalias de tacón alto y bien maquillada...

Una de mis fantasías mas recurrentes es imaginarme en la cama, sentada contra el cabecero, con vestido veraniego corto y abotonado al centro de arriba a abajo, sandalias de tacón alto y bien maquillada. El pelo algo desvencijado, como de recién levantada. Las piernas algo abiertas y unas bragas transparentes color carne. Un montón de tíos en boxer, sentados en el suelo alrededor de mi cama, todos los que puedan caber dentro de mi modesta habitación de mileurista. Todos mirándome con lujuria, empezado a toca...

Perretes en la Casa de campo

Salir de copas por las noches está sobrevalorado. Lo que se lleva ahora es madrugar y lanzarte a pasear a tu mascota por el campo. Te lo digo yo. Hazme caso.

Todas las mañanas, como a eso de las nueve, saco a mi perra Luna a dar un paseo por la Casa de campo. Es más bien pequeña, chuchilla, de pelo largo y oscuro y con bastante nervio y energía. Con cierta facilidad tiende a montar broca si se cruza con otros perros, aunque sólo en dos ocasiones: si va atada o si va a cruzar un semáforo. Cosas de perros, qué se yo.

A esas horas más o menos tempranas no soy el único paseando a su perrete. Hay gente de toda edad, sexo y tendencia social deambulando con su ma...

Amigos

Le comenté que ser amigos no tenía porque entenderse de una manera tan restringida...

Le comenté que ser amigos no tenía porque entenderse de una manera tan restringida.

De hecho me parecía que no conocernos mas allá de tomar unas cervezas y charlar de lo cotidiano era absurdamente estrecho de miras. Porque a mi me gustaba. Así se lo dije. Es posible que nuestra amistad y nuestra facilidad para conversar estuviera reforzaba por mi atracción hacia ella. Creo de hecho que esto, a mí al menos, suele pasar bastante.

Por eso le propuse irnos a alguno de nuestros pisos y acariciarnos c...