Servicios personales
El poder es un amante infiel.
SERVICIOS PERSONALES
Parecía que la tarde iba a pasar sin pena ni gloria. Oscar estaba sentado frente a la televisión, iniciando un proyecto de porro, en la cocina, Charlie fregaba los incontables platos y trastos sucios que se habían acumulado durante el fin de semana, mientras al final del pasillo, podía escucharse a Marc rezongar por unos calzoncillos que no encontraba. Un domingo normal, en un piso de estudiantes normal.
El timbre pareció romper el tedio instaurado. No esperaban a nadi...