Unos días de amor y romance
Luego de la pasión desatada con mi hijo Ger, vivimos unos días de amor y romance.
Luego de esa tarde de pasión con Ger, mi hijo, han pasado dos días, y no hemos hablado, ni nos recriminamos nada.
Hasta podríamos decir que nos sentimos más liberados de cargas y de culpas. Todo ocurrió tal vez provocado por mi ansiedad tanto tiempo reprimida, pero se me ocurre que el siempre había alentado el deseo de llegar a ese desenlace...
Debo recordar que estuvimos en la cama besándonos y gozando de nuestros sexos con las bocas y con todas las caricias imaginables, como dos amantes...