Una madura y un mal día
Un día interminable, acaba con una señora madura bien follada.
Eran las 21:45, por fin había acabado la jornada laboral, de un día demasiado largo, en mi pequeño taller. Me quité el mono de trabajar y me dirigí al bar de enfrente a tomar una cerveza antes de irme para mi casa.
Entre en el bar y me quedé sorprendido, ya no había ningún cliente. Pensé, día 24, ¡coño! Cada día se notan antes las penurias de los finales de mes.
Pedí una cerveza, la cual tome casi de un trago, cuando me disponía a pagar , se abrió la puerta del local , y un olor a perfume caro i...