No todo es blanco o negro

Una botánica explora el universo y encuentra a un humano en una cápsula a la deriva. Compadecida de él, decide rescatarle, pero el hombre ha sido ferozmente torturado por muchas razones.

—No puede ser un humano. No los hay en esta parte de la galaxia, todos son planetas inhóspitos o xenófobos en este sector — contestó la joven somnia a su sistema, pero éste se reafirmó.

—El pasajero de la nave a la deriva es humano — contestó la voz metálica y sin inflexiones de la computadora. —. No es mestizo de ninguna raza conocida, y su adn coincide con el humano en un 98%. Se encuentra débil, inconsciente, pero vivo. Su nave carece de autonomía, está a la deriva. Tiene aire para menos de cincuenta...

El mordisco

Kapsi se decide a Morder a Violeta, pero él es un maldito que no puede ni besar con lengua, ¿qué sucederá?

Cálida y luminosa. Si la miraba fijamente, el mundo se iba diluyendo poco a poco hasta desaparecer en la luz. “Quizá morir sea así, quizá sea sólo que el mundo se desvanece alrededor de una luz. Y a lo mejor, por eso todos los insectos vuelan hacia ella, quizá también quieran ver desaparecer el mundo”. Violeta jugueteó con la cerilla encendida hasta dejarla caer en el cenicero lleno de papeles y miró cómo estos ardían, se consumían y convertían en ceniza mientras las llamas crecían y bailaban. “Como si estu...

Infeliz el impío

Kápsimo es un joven impío, condenado a seguir virgen. Esto ya es bastante malo, pero si encima te enamoras de una chica de tu barrio, ella te corresponde y tu tío se mete por medio, casi te saldría más a cuenta ser un eunuco.

*“Infeliz el desterrado, que carece de amigos, que aún sus padres le echarán del nido, que en ningún lado tendrá aliados, y sólo verá por doquier enemigos. Pero más, mucho más infeliz el impío. Dueño de nada, negado de todo, pues no puede su carne atravesar la de otro. Sin vida, esclavo, privado de todo, para él el placer será doloroso, y el fuego persigue su intento de gozo. Dueño de nada, privado de todo, no puede su carne atravesar la de otro. Infeliz el cazado, infeliz el perdido, pero más, mucho más in...

Un clavo saca a otro clavo.

¿Qué pasa cuando tu novio de toda la vida te dice que no quiere seguir contigo, y sólo tienes a un viejo amigo de tu padre para sincerarte?

Como la mayor parte de las cosas, ocurrió sin querer, pero ocurrió. Nadie lo buscó, fue un cúmulo de circunstancias. PumpkinPie pensaba que su amigo era algo más, y el joven Remo quería serlo, pero no en aquél momento. No tan pronto. Remo tenía apenas veinte años, se había pasado los dos últimos en el ejército porque la nota no le daba para entrar en la Policía, como él quería, y había tenido que hacer entrenamiento militar para conseguir la plaza. Ahora que al fin había logrado entrar en la academia, resul...

Siempre hay un roto para un descosido, final.

Los favores hay que pagarlos. Y a veces, es un placer hacerlo.

La “botellita roja” era un recuerdo, según decía Rósimo. A éste le gustaba coleccionar cosas de valor, desde perfumes a joyas, y tenía buena parte de su fortuna hecha objetos, lo que le había resultado útil en más de una ocasión. No obstante, aunque hubiera tenido que deshacerse alguna vez de piezas valiosas, nunca se desharía de la botellita roja. Presumía de ella con frecuencia y no era sólo Zesso el que codiciaba aquella pieza. Akdannaian no acababa de entender por qué. Para él, era sólo un objeto bonito...

Siempre hay un roto para un descosido

¿Qué hace un luchador hastiado para conseguir ser independiente? La respuesta es: lo que sea. Y en otro tiempo, en otro lugar, y en otro planeta...

Desde siempre, la primera ley de la Naturaleza ha sido la supervivencia del más fuerte. Sólo el más fuerte puede hacerse con nutrientes, espacio vital y compañeros con los que pasar sus genes, mientras que los más débiles perecen en el intento. En las civilizaciones más avanzadas, esto ya no es así, y actualmente es difícil encontrar una sociedad civilizada en la que aún persista ese pensamiento. La de los ruzani es una de ellas.” Cuadernos de biología multiversal, por el dr. Wtzaen-D´To.

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La placa y la escoba

Arcadio sabe que Aura tiene a otro hombre, pero no puede imaginar que éste sea atractivo hasta lo insultante. Y en otro lugar, y como dos meses más tarde...

Luis, alias El Cuervo, tú que demostraste una gran simpatía por el bueno de Fugaz y su aventura con Aura, me gustaría dedicarte éste relato de todo corazón, ¡que lo disfrutes!

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Los truenos sonaban con tanta fuerza que hacían vibrar los cristales de las ventanas, en los que tamborileaba la lluvia y formaba abundantes hilos de agua. En una zona como aquella, era muy frecuente la lluvia y los días desapacibles y fríos aún en verano, pero la temporada de tor...

Prejuicios y faltas

Peter tiene una idea genial para quitar de enmedio a Júpiter y así poder conquistar a Tupami: venderle como luchador. Pero el manager es mucho más listo de lo que a él le gustaría. Y mientras, en otro tiempo, en otro lugar y en otro planeta...

—Lo siento, Peter, tu tío ya me ha dicho que no quiere verte salvo para que le des la invitación. No sé a qué se refiere y no quiero saberlo, pero él es mi cliente, y si dice que no te quiere ver, yo no voy a molestarle. – Tupami era inmune a caritas de pena o a ojitos cariñosos. Es más, ese tipo de ardides, de parte de Peter, le molestaban profundamente, y tenía razón para ello. Peter y ella hubieran tenido que contraer un matrimonio de conveniencia: ella, por su condición de mestiza, necesitaba un marido...

Reconciliación

Sonya ya está harta del enfado de su hermana y la invita a una cena para hacer las paces. Mientras esperan que vengan a buscarles, ella y Víctor también tendrán su pequeña reconciliación.

Le encantaba el queso, no podía evitarlo. A veces le daba un poco de apuro que alguien fuese a sospechar de él por comer tanto, pero era superior a sus fuerzas. Miró por encima de la puerta de la nevera, hacia el salón. Tasha, con la cabeza apoyada en el respaldo del sofá, dormía con la boca entreabierta. Sonrió y siguió embutiéndose queso en las mejillas que luego iría mascando con los incisivos delanteros. Parecía un globo. En ese momento llamaron a la puerta y se tragó un buen pedazo sin masticar, de pur...

Hotel, corrida y carrera, segunda parte

Alvarito ha descubierto el pastel. Si Lota y Cardo no están en casa para cuando él llegue, los va a crucificar. Una carrera contra reloj en la que no resistirán a la lujuria.

En la habitación del hotel, Ricardo sonreía y se relamía mirando las fotos de su teléfono. Su única vestimenta era el albornoz blanco del hotel, de rizo suavísimo, prenda que también llevaba Carlota, que dormía a su lado, apoyada en su hombro. Después del primer ayuntamiento, habían pensado en bajar a cenar, pero Cardo recordó que habían dicho que eran primos (“lo dijiste tú, no pluralices” le recordó Lota) y, como no quería cenar sin darse el placer de besarse de vez en cuando o comportarse como pareja de...