Morbos oscuros. La provocación del Diablo

Existen cosas que casi todo el mundo entiende sagradas y que se deben respetar. No todos. Una bella adolesente con el Diablo en el cuerpo, es la tentación del Infierno.

Lo que van a leer a continuación es en su mayor parte ficción. No obstante, ello no significa que carezca de base real absolutamente. Es cierto que mi madre falleció no hace mucho todavía, y algo de lo aquí narrado ocurrió realmente, más o menos deformados los hechos en aras de la novelación de los mismos. Además, deben pensar que incluso lo que no sucedió me hubiera excitado que lo hiciera. Por eso está en mi mente y ha dado lugar a la redacción de este relato, plasmando en él anhelos y fantasías de todo l...

Ella tiene una historia

La sexualidad perversa de una jovencita universitaria es la historia de su corrupción. Sexo con los amigos de su padre, de forma humillante para éste. Ella tiene una historia. Ella avanza en el universo de la depravación.

Pronto mi fama comenzó a crecer como la espuma. El paso de los chicos de mi edad prácticamente me lo salté. Yo iba por delante del resto de chicas de la misma. También tuve mi época de belieber y mi enamoramiento adolescente del ídolo de quinceañeras de la época, pero mientras mis amigas y compañeras llenaban las carpetas con sus fotos y soñaban con un beso del guapísimo canadiense, yo prefería fantasear en mi cama frotándome enérgicamente el clítoris mientras me imaginaba comiéndole la polla hasta consegui...

Morbo extremo de 1 teen con el Diablo en el cuerpo

Una jovencita que vive para el sexo te cuenta su historia. Una historia de morbo, depravación y recuerdos que no son aptos para ser leídos por cualquiera. Si te excita lo más fuerte, adelante. Sino, pasa de largo.

Un amigo mayor de Tuenti me dijo que soy una JASP. Me contó que ésta era una palabra hortera que se inventó antes de nacer yo para definir a las nuevas generaciones de Jóvenes, Aunque Sobradamente Preparados. Me dijo que yo soy Joven, Aunque Suficientemente Puta. Me irrité cuando me lo dijo. ¿Por qué suficientemente? ¿No lo bastante para ser considerada muy?. Él se rió. Me dijo que poco a poco. Según me fuera conociendo más, iría valorando mi grado de puterío personal. Algunas semanas después, me subió el n...