Como probe el sabor de hombre y nunca mire atrás
Un hombre decide profundizar en sus fantasías de ser mujer y puede que no vuelva de ellas.
Como había acabado aquí, yo vestido de mujer, al fin, a cuatro patas como perra en celo en la espera de esa polla que amenazaba con penetrar mis nalgas.
Debería empezar por el principio, mi nombre es o era Arturo, era un hombre de 35 años, casado, sin hijos, delgado, moreno, con cabello negro, eso fue hace un año, pero las cosas en mi matrimonio iba mal, nos estábamos distanciando, las cosas en la cama ya no eran igual, nos queríamos, pero simplemente ya no era lo mismo, eso nos llevó al divorcio, uno...