Nunca digas nunca

Quién lo iba a decir. Yo, que soy el macho más macho del mundo, caí rendido ante una polla. Lo peor de todo es que me gustó, y más lo que vino después; aunque he de reconocer que hasta que no la tuve frente a mí, nada me hizo sospechar lo que era.

Quién lo iba a decir. Yo, que soy el macho más macho del mundo, caí rendido ante una polla. Lo peor de todo es que me gustó, y más lo que vino después; aunque he de reconocer que hasta que no la tuve frente a mí, nada me hizo sospechar lo que era.

Todo empezó un viernes en el trabajo, poco antes de la hora de plegar. Mario, un compañero muy de la broma, me propuso irnos de copas a un pub que había descubierto hacía muy poco. Me aseguró que jamás había visto mujeres como las de aquel lugar, y que con u...

Me llamo Nati.

Hundido, una familiar desconocida me devuelve las ganas de vivir.

No me enorgullezco de lo que voy a contar, tampoco lo busqué, simplemente pasó.

Me llamo Julio, 55 años y viudo. Tengo una hija de 32 años, Rosa, y gracias a ella, he conocido a la que hoy en día me ha devuelto la ilusión de vivir.

Esta historia se remonta 3 años atrás.

Después de duros años de lucha contra una enfermedad, degenerativa e incurable, que se llevó a mi esposa de mi lado, caí en una profunda depresión. Ni amigos ni médicos lograron sacarme de ella, solo Rosa, mi hija, cansada...