Camino al Santa Lucía (3)
El día después de la primera noche entre Carlos y Alicia está cargado de sorpresas.
Me desperté con un sonido que se repetía una y otra vez, parecía el tono de un móvil. Miré la hora en el reloj digital, eran las 8 y cuarto. Me giré y a mi lado seguía Alicia, dormida aún, con sus braguitas color malva y cubierta solamente por una sábana. No había sido un sueño, todo sucedió de verdad. Me levanté con cuidado de la cama y al salir de la habitación al pasillo, reconocí el sonido. Era el tono que había sonado la noche anterior en el baño. Al llegar al salón pude confirmar mi hipótesis, el ruid...