Pollón III: Su hermano
Descubrí que el pollón era cosa de familia
A la mañana siguiente me desperté y lo primero que vi fue su rostro, no pude evitar esbozar una amplia sonrisa, me gustaba mucho. En ese momento me di cuenta de que su cabello revuelto le quedaba francamente bien, pero seguramente no debía decírselo, no se fuera a molestar o algo… Su respiración era pausada, y no roncaba; me le acerqué y le besé en los labios, un beso suave y tierno. En ese momento me abraza y le siento la polla dura, como prácticamente cualquier hombre en la mañana. Me subió de pronto un c...