Atardecer en el litoral
Sentía como su mejilla buscaba la mía en un roce, en un calor o una caricia. Casi con descuido. Desde mi posición veía sus senos más turgentes y hermosos. Ansiaba tomarlos entre mis manos, calentarlos
Atardecía en calma sobre las costas del litoral.
Ya el sol dejaba ver las tenues estrellas bajo su largo paso diario. Se despedía del día, de la mar y de las olas que calentó con sus rayos desde temprano. Las olas se tornaban grises y sólo un murmullo de rocas, espuma, arena y caracoles se escuchaban en el arrecife en un conteo sin fin, de ir y venir, de siglos y siglos...
Ella se veía cálida y dulce. Las palabras fluían solas, unas tras otras. Sentados en las toallas mirando el atardecer,...