Líos de aquella magnífica noche de San Juan.
Al hacer oidos sordos de aquellas advertencias de Jaime, me dieron una sorpresa, que acabada me gustó.
La gran avenida, se me hizo interminable, un sol abrasador, caía sobre mí, al llegar a la plaza del pueblo, me encontré con Oliver, Ernesto y Jorge, que estaban tomando un helado, Oliver me hizo un gesto con la mano para que me acercara a ellos.
Oliver.- Nos vamos a bajar a la playa, ¿ te apetece venirte ?.
David.- Si, pero dame unos 5 minutos para que me cambie.
Dicho y hecho, a los 5 minutos, pasaron por casa a recogerme, de camino a la playa, Ernesto dijo de ir a pasar el fin de se...