Para mi niña linda

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Un día oscuro, un día gris, hace juego con esta lúgubre y sombría ciudad. Salgo por ahí, me monto al Transmilenio. Esta vacío. Me siento en la última silla, lejos de los inquisidores ojos del conductor que me mira; me da miedo su mirada interrogante, como si quisiera perforarme la mente…….

Aquí tiene que parar, pasa la estación vacía de largo, no se, no importa, bueno, da igual.

Las gotas de lluvia golpean los vidrios y escurren lentamente hacia el suelo, no hay personas en las calles, solo...