La cerecita
Andrea asiste a una cena privada de empresa sin saber que su marido Marcos la está espiando. La cena rápidamente se sale de madre, y Marcos es testigo de los juegos sexuales que se suceden y de lo puta que es su mujer.
- Cariño, recuerda que esta noche nos vamos de fiesta las de la oficina, ¿eh?
Andrea era la jovencisima mujer de Marcos, que con sólo veintiun añitos había empezado a trabajar hacía poco de secretaria en una empresa textil. Hacía ya unos días que le venía diciendo que los representantes de la empresa habían invitado a sus secretarias a una cena, para celebrar las buenas ventas y según ella "estrechar más los vínculos gestor-ayudantes", que se habían socabado un poco a causa de la enorme presión a la q...