Una experiencia extrasensorial (II)
Continúa la historia en la que Carol descubre que en el Spa Hotel ofrecen algo más que tratamientos relajantes para la salud y la piel. La sesión de masaje que ha contratado se vuelve un auténtico delirio para sus partes más íntimas.
—¿Estás cómoda? Dime hasta donde quieras que llegue —pidió el masajista.
—Me va bien así —admití, algo nerviosa—. Aunque he de reconocer que siento cosquillas en otras partes.
—Ya lo noto —dijo él, atendiendo a mis respingos, y la forma en que yo luchaba por no restregar mi pelvis contra la camilla—. Pero, es normal… Todas las partes del cuerpo están conectadas entre sí, mucho más de lo que creemos.
—Por mí sigue todo lo que quieras… Lo haces increíblemente bien.
Sabía que decirle es...