Cacería (2)
El festin del depredador sexual ha dado comienzo y se sirve a placer de su indefensa presa.
Cacería (Segunda parte)
Le sacudí un tanto brusco para obligarle a dirigirme la mirada de nuevo, esta vez había más desconcierto y temor en ella, si era posible. Demostrándole mi agrado de la situación puse mi mejor sonrisa torcida en absoluto cinismo, penetrando mis ojos en sus obscuras perlas para lo q consideré mi segunda victoria: su mirada volvió a caer y con sorprendente valentía la alzó de nuevo para dedicármela sólo unos segundos.
Extasiado, sin dudar y aun con mi peso amagándole, m...