El testamento de Tatiana (3)
Continua la saga de Daniela, transformada en chica por cuestiones del destino.
La ropa de chico, creí yo, no me sentaba del todo mal y escondía según lo supuse mis incipientes curvas. Nos dirigimos entonces hacia la playa y yo crucé el rifle arpón sobre el antebrazo, para no hacer muy notoria mi presencia, parecíamos un grupo de personas que alegremente se disponen a pasar un día de camping.
Por fin estaba convencido del éxito de mi empresa, que se llevaba a cavo pero no precisamente como yo lo había planeado, nunca sospeché tener que amenazar a nadie, pero en fin, ya todo...