La putita maricona de mis amigos (2)
Mi amigo, mi macho, Pablo me da una ración de lo mejor y otra de lo peor.
En el capítulo anterior mi amigo Pablo me obliga a hacerle una mamada en el coche... pero acabo con ganas de más.
Bajé la ventanilla del coche y medio llorando dije:
- Pablo, por favor... quiero más...
Él ni tan siquiera se giró. Abrió la puerta de su casa y entró dejándola abierta. Por un momento no supe qué hacer, pero decidí salir del coche y entrar tras de Pablo. Avancé por el pasillo siguiendo la luz encendida del cuarto de estar. Pablo estaba sentado en el sofá mirándome. Me qued...