La Cárcel o el Culo

Mi primera vez es un trueque que me ofrece el guardia de seguridad que me atrapó. Tuve que elegir.

Cuando en algunos años me pregunten cómo fue mi primera vez con un hombre, podré decir que fue un castigo. Pero no uno de los malos, sino más bien un trueque que acepté con tal de no ir a la cárcel.

El muchacho que me reventó el culo por primera vez se llamaba Máximo y era guardia de seguridad en una fábrica. Yo, en ese momento, ni siquiera estaba seguro que me gustaran los hombres.

Bien, después de esa noche, casi no tuve dudas.

Todo empezó ese mismo día, a últimas horas de la tarde, cuan...

El Video de mi Hijastro

Un video donde mi hijastro está chupándosela a otro se viralizó. Y cuando lo vi, me calentó más de la cuenta.

Entré al cubículo del baño dando un portazo. No conforme con eso, pegué con mi puño cerrado a uno de los azulejos, lo que me provocó un dolor punzante y automático en mi mano derecha.

Me ahorré el grito de dolor, porque no iba a darle ese gusto a mis compañeros. Ya se habían burlado de mi hijastro y ya se habían burlado de mí. No era momento de demostrarle debilidad.

Todo sucedió hace unos minutos atrás, cuando Simón y Fonzo, dos empleados de medio pelo sin ninguna clase de neurona, llamaron mi...

Los Amigos de Papá (4 de 4)

Federico no se lleva bien con su padre. Y ciertamente el vínculo no mejorará si los amigos del hombre quieren montarse a su pequeño hijo.

Atendí al número de teléfono sin registrar . Generalmente los evito, porque pienso que son los Call Center de las líneas de teléfono invitándome a aceptar una promoción que no puedo rechazar, pero como estaba a la espera de novedades de Zack, no me podía permitir ese lujo.

Mi corazón casi dio un vuelco cuando descubrí quien estaba del otro lado de la línea.

  • Fede, soy Pedro - me dijo, una voz sumamente masculina. - ¿Me recuerdas?

  • No te he olvidado - respondí, con sinceridad.

...

Los Amigos de Papá (3 de 4)

Federico no se lleva bien con su padre. Y ciertamente el vínculo no mejorará si los amigos del hombre quieren montarse a su pequeño hijo.

Zack me citó a su departamento el viernes por la noche. Al parecer, tenía intenciones de desvelarse conmigo.

Me encantó esa alternativa.

Mi padre no dio señales de vida, aunque presumo que si no lo habían echado de su casa, estaría al tanto de lo que estaba por hacer.

De todos modos, era mejor que no apareciera.

Ese viernes por la noche hacía un calor sofocante, así que decidí ir caminando hasta el departamento de Zack.

Opté por ponerme jeans, llevar mi mochila pero no us...

Los Amigos de Papá (2 de 4)

Federico no se lleva bien con su padre. Y ciertamente el vínculo no mejorará si los amigos del hombre quieren montarse a su pequeño hijo.

Mi padre nunca va a recibir un premio por su desempeño como padre. Ni quizá reciba uno por su desempeño como ser humano. Eso es algo que ya asumí hacía tiempo, cuando dejé de creer, tras su partida de casa, que era el héroe que asumí que era de pequeño.

Pero hay una enorme brecha entre una desilusión y el hecho de confirmar que era un hijo de puta.

Si alguien te dice que acepta a tu hijo como método de conseguir una prórroga para el pago de tu deuda, la normativa coherente sería saltar con...

Los Amigos de Papá (1 de 4)

Federico no se lleva bien con su padre. Y ciertamente el vínculo no mejorará si los amigos del hombre quieren montarse a su pequeño hijo.

Mi madre fue contundente.

  • Tienes que ir a visitarlo - ordenó.

Sabía que su sentencia era inapelable cuando movía su cabellera negra a la hora de hablar. Era un gesto inconsciente que, sin embargo, demostraba que no habrían palabras en contra que la hicieran cambiar de opinión.

  • ¿Por qué? - pregunté, como buen guerrero de batallas perdidas.

  • Porque es su cumpleaños - respondió. Al movimiento de cabello le siguió los brazos entrecruzados. Cada vez se ponía peor para mí. - Y me...

Los Alumnos que no Aprobaron (4 de 4)

Tres jóvenes heterosexuales deciden proponer a su profesor que los apruebe, a cambio de una noche sexual.

Cuando era chico, solía tumbarme sobre el césped de la plaza principal a la hora que sabía que iba a descender el avión que venía de Costa Velar.

Era una rutina privada, que sin embargo repetía casi a diario.

Me gustaba ver al robot volador cruzar el cielo y, con la inocencia que tenía en aquella época, comencé a soñar con la posibilidad de volar.

  • No hay una carrera universitaria para que puedas ser aviador - me dijo Álvaro, cuando le contaba mi sueño. - Si quieres serlo, tendrás q...

Los Alumnos que no Aprobaron (3 de 4)

Tres jóvenes heterosexuales se preparan para rendir un examen muy particular: teniendo sexo con el profesor.

A mis 23 años, puedo afirmar que me he encontrado en situaciones sexuales muy cachondas.

Una vez, me dejé dar latigazos por una chica que quiso jugar a ser dominante. En otra oportunidad, me acosté con dos gemelas que incluso hicieron un show lésbico para mí. E incluso hice un intercambio de parejas con un amigo y ambos nos acostamos con la mujer del otro.

Pero estar besando apasionadamente a uno de mis amigos de la infancia, ante la mirada atónita de otro amigo y la sonrisa cachonda de un...

Los Alumnos que no Aprobaron (2 de 4)

Tres jóvenes universitarios y heterosexuales deciden proponer a su profesor que los apruebe, a cambio de un encuentro sexual.

No puede ser . No puede ser. No puede ser.

Volví a mi casa manejando tan rápido que aún me costaba creer que ningún oficial de tránsito me hubiera detenido por exceso de velocidad.

Y lo peor de todo, es que si algún policía me detenía, yo iba a confesar.

Me encontraba en un estado de shock y culpa que lo iba a confesar.

¡Se le había chupado a mi profesor!

Entré corriendo al baño de mi casa y comencé a cepillarme los dientes de forma frenética. Incluso la lengua. Hice tant...

Los Alumnos que no Aprobaron (1 de 4)

Tomás, el profesor de Derecho Romano, recibe una propuesta de parte de tres alumnos universitarios y heterosexuales. Quieren pasar el examen final y harán cualquier cosa por conseguirlo.

Me desperté intentando hacer el menor ruido . El invitado de la noche anterior podía dormir un poco más mientras yo me cepillaba los dientes, meaba y me pegaba un baño.

El joven dijo llamarse Guido y no ser de Alborada, sino de uno de los pueblos aledaños. Me aseguré, antes de continuar con mi trabajo de conquista, de que tuviera más de 18 años.

Me mostró su documento para que se me fueran las dudas.

  • ¿No crees que soy demasiado viejo para ti? - pregunté, con falsa modestia.

G...