Un domingo yirando por la ciudad
Encuentro ocasional con dos pasajeros, en mi taxi, de la ciudad de Buenos Aires.
Eran ya las dos de la tarde, una de esas destempladas y solitarias, cuando pare con mi taxi en una esquina decidido a esperar pasajero.
Solo unos minutos pasaron, cuando vi a dos chicos amigablemente hablando en la parada del colectivo, fije mis ojos en uno de ellos.
Se dio cuenta y lo comento con su amigo, susurrandole al oido.
Un minuto más, y me hicieron seña.
_ Estás libre.
_ Si, hasta donde van?
_ Al cementerio, por favor. (dijo aquel a quien yo le habia clav...