Salma: Invitado especial
Salma aprovecha las largas jornadas laborales de su marido para pasar un día entero en casa al lado de su joven amante Matías. Alguna sorpresa podría depararles a los dos mientras se divierten.
- ¡Oh, sí, Matías, papacito, cógeme más fuerte! ¡Ay, qué delicia! ¡Dámela toda, no pares! ¡Ay, siiiiiiiii!
Me encontraba a gatas en la cama de mi habitación, sujetándome de la cabecera para poder soportar las duras y rápidas embestidas que Matías, arrodillado detrás de mí, le propinaba a mi panochita. Gemía y gritaba extasiada mientras él agarraba mi cintura, nalguéandome sin dejar de penetrarme, con vigor. Su verga gigante se sentía deliciosa en el interior de mi intimidad. Los movimiento...