¡De infarto!

Fui testigo furtivo cuando mi primo Alberto, hijo de la hermana de mi madre, o sea mi primo hermano, la tenía a mi madre boca bajo, él estaba sentado en el sofá de la sala, y ella tendida de largo sobre sus piernas, volteando la mirada hacia él y le sonreía.

¡De Infarto!

Fui testigo furtivo cuando mi primo Alberto, hijo de la hermana de mi madre, o sea mi primo hermano, la tenía a mi madre boca bajo, él estaba  sentado en el sofá de la sala, y ella tendida de largo sobre sus piernas, volteando la mirada hacia él y le sonreía, estaba con un vestido de seda suelto, que boca bajo ella se le pegaban a sus nalgotas, él le agarraba el culo por debajo del vestido, el vestido estaba levantado, casi podía notarse el enorme culo blanco y su calzón rojo bajado...