La cama de Ariadna
Disfrutando en la cama de Ariadna al amanecer...
Hacía tiempo ya que el sol había salido e iluminaba su suave piel y su pelo. Estaba tumbada en la cama de espaldas a mí, y tenía una estupenda vista de su culo... a veces ella decía que era muy grande, pero a mí me volvía loca, la verdad es que tiene un culo precioso; redondo, durito, con muy buenas formas... llevaba puesto solamente un diminuto tanga naranja y daban ganas de agarrarlo nada mas verlo. Me cerqué más a ella para notar su calor y poder tocarla... mi mano se fue sola hacia su culito y com...