Mi fin de semana con su familia. Tercera parte.
Tenía que seducir al hijo de mi novio, lo que en un principio no me agradaba. Aunque la cosa cambió, cuando el tomó su sitio en la relación.
Recapitulando lo acontecido, ésto es lo que había que hacer: contaba con unas horas apenas para hacer que el mozalbete se decidiera a tomarme, y a la vez debía ser cuidadosa, porque la intención era darle a él la oportunidad de ser el alfa, para que en teoría me llevara a dónde él quisiera y yo no tuviera mayor opción que entregarme dado su empeño y dominio.
Me volví a recostar en el camastro, en lo que fraguaba bien mi plan, hasta que comprendí que no sería tan complicado: el chico había vuelto a la...