Mi compañera de baile (Parte II)
Nuestra historia como bailarines avanza, y nuestras posturas se acercan. Pero aun queda un largo recorrido. ¿Me acompañaís?
Una vez realizada la confesión, yo no podía salir de mi asombro. Cabía una posibilidad, por mínima que fuera, de poder estar con semejante mujerón... Lo cierto es que no paraba de preguntarme cómo sería la persona que todas las noches yacía a su lado, le acariciaba el pelo y le hacía el amor recien levantados, y sólo pensaba en poder ser esa persona por un día.
Aparte de coincidir en clase y salir a bailar, teníamos una buena relación fuera del mundo del baile, ya que solíamos hablar frecuentemente p...