Mano firme
Un ejecutivo está por recibir una dura lección de un lugar inesperado
Andando con cuidado por la oscura oficina, un hombre joven se hacía paso entre los escritorios vacíos de sus subordinados en dirección a su propia oficina privada. A pesar del nudo que sentía en el estómago intentaba mantener una apariencia de total compostura; no le daría el placer de mostrarse nervioso frente a quien fuese la persona que le había citado en la oficina en fin de semana, con evidencia de su malversación de fondos.
Aquel hombre pálido no debía pasar de los treinta años. Su cabello,...