El Rapto de Dalilah (EPÍLOGO)

La vida de Dalilah y de Jesús ha dado un cambio vertiginoso, después de que ella pasara un fin de semana con un narco. Ahora, de forma breve, toca a ella decir su verdad.

EPÍLOGO

DALILAH

Mis piernas yacen extendidas sobre su peludo pecho, juntas, de forma vertical, y mis gruesas y abultadas nalgas están pegadas a sus muslos. Su gorda verga, firme, dura, aplastada entre mis dos piernas que lo masturban; y reposa y se agita sobre mi rajita hinchada, impregnándola de mis fluidos, que escapan ardientes a voluntad a través mis labios mayores, que ya deben estar enrojecidos y brotados como una flor en primavera después de un largo vaivén de acometidas.

—¡Hummm!...

El Rapto de Dalilah (Cap. 4)

Finalmente Jesús tendrá que tomar una decisión luego de que su esposa pasara un fin de semana con un narco.

CUARTA PARTE

I

El alma se me escapa del cuerpo cuando reparo que Odett aparece sola en el vestíbulo de la casa, con ropa distinta a la que vestía el jueves por la noche, arrastrando una pequeña maleta que no llevaba aquella vez, y con sus rubios cabellos atados en un molote sobre la cabeza.

Mis piernas tiemblan al descender un par de peldaños más. Y clavo la vista en la puerta de olmo, que ya está cerrada. Y, con opresión en el pecho por la desilusión, entiendo que nadie más va a entrar por...

El Rapto de Dalilah (Cap. 3)

Jesús pasa el fin de semana más tortuoso de su vida, imaginando cómo otro hombre está disfrutando de su esposa durante esos terribles días.

TERCERA PARTE

I

Antes de la última crisis de nuestra hija Eva, días atrás, mientras Dalilah yacía en medio de mis piernas limpiándome con la lengua los restos de semen que habían quedado en mi pene, testículos y abdominales, le pregunté a Dalilah, por primera vez, aquello que me había atormentado durante tanto tiempo, y que nunca había tenido el valor de decirle por vergüenza y por temor a que se ofendiera o que lo tomara a mal.

—Dalilah, vida… ¿te falta algo a mi lado? ¿Más sexo… más…...

El Rapto de Dalilah (Cap. 2)

Todas las esposas guardan secretos, ¿cuál es del de Dalilah?

SEGUNDA PARTE

I

Cuando recuerdo a Dalilah en nuestros mejores tiempos, me veo siendo el hombre salvaje, visceral y apasionado que ella quería, y a ella la veo con su preciosa cara pegada a mis peludos huevos (pues a ella la pone cachonda la varonilidad), acariciando con su lengua traviesa mi sensible escroto, chasqueando con su saliva la piel corrugada que los forraba, mordisqueándolos de vez en cuando, absorbiéndolos, primero un testículo, luego el otro, al grado de alterarme los vasos sangu...

El Rapto de Dalilah (Cap. 1)

Cuando Jesús y su joven mujer, Dalilah, acuden a la boda de unos amigos en común en tierras apoderadas por el narco, él no se espera que Nerón, el arrogante líder del Cártel que gobierna aquél pueblo, se encapriche de su esposa, atraído por su hermosura y su deslumbrante cuerpo.

Para él, que me consintió escribir de ella. Para ambos: por su fuerza, sentido del humor y su voluntad de permitirme ficcionar una realidad alternativa de una verdad tan acibarada y, ahora, curiosa.

PRIMERA PARTE

I

Durante las últimas noches ha sido muy frecuente soñar que Dalilah me deja por otro hombre, uno más apuesto y fuerte que yo, que se lleva a nuestra hija con su nuevo amor a un sitio donde yo no los puedo encontrar, y que al final, al no soportarlo, absorbido por la desespe...

Noche buena con el cuñado de mi novio

Esa noche, en aquella casa, pasaron cosas entre mi amante y yo, mientras su esposa y mi novio nos esperaban para la cena de navidad.

I

Ignoraba que todo estuviese dispuesto para que aquella se convirtiera en una de mis mejores nochebuenas; de las más eróticas, de las más tórridas, de las más morbosas y de las más trasgresoras.

Allí, desnuda frente al espejo de mi habitación, rememoré sus labios absorbiendo mi vagina, su barba recortada rozándome mis labios mayores, sus dedos estirando mis pezones, y su lengua lustrándome la piel.

Habían pasado apenas dos días desde que me entregara a él por primera vez, en aquella cas...

Depravando a Livia: capítulos 41 Y 42

Entrega final.

  1. Y TODO ESTALLÓ

Cada vez que Renata pensaba en Jorge como el amor de su vida, imaginando un futuro con él en algún lugar del mundo, todo dentro de ella se derrumbaba al recordar que había una mujer llamada Livia que ensombrecería su futuro con él para siempre. Jorge amaba a esa chica de una forma tan obsesiva que daba miedo.

Nada parecía hacerlo abrir los ojos para ir de frente con la realidad y todo se dificultaba.

Cuando Renata se presentó en el sanatorio donde Raquel estaba interna...

Depravando a Livia: Cap 40

Cuando menos te lo esperas... todo cae por su propio peso, hasta la mentira más oculta...

  1. DESENGAÑO

JORGE SOTO

Jueves 1 de junio

21:52 hrs.

Cuando te toca, aunque te pongas, y cuando no te toca, aunque te quites.

Ni un puto rasguño recibí en el accidente del día anterior, salvo una torcedura en la espalda por la sacudida; me dolió más cuando la bolsa de aire se infló sobre mi pecho y aplastó mi cara, antes que el tremendo trancazo. El que se llevó la peor parte fue mi amigo Federico, quien resultó con lesiones en el cuello y ahora tenía que portar un coll...

Depravando a Livia: Cap 38 y 39

Un terrible atentado, un sorpresivo accidente y un violento asesinato. Las piezas del puzzle están por encajar.

  1. CENIZAS

Domingo  28 de mayo.

12:55 hrs.

Casa de Renata

El Gera se reunió con Renata y con Fede en casa de la primera, para ponerlos en antecedentes respecto a lo que había pasado en la madrugada.

Les contó, con verdadero asco, que Mirta y Valentino le habían hecho una encerrona a Pato para que se follara a Livia en un acto de sordidez inimaginable. Lo peor es que Valeria había roto con él cuando lo descubrió besándose con su ex novia.

—¡Pero Livia ha perdido el j...

Depravando a Livia: capítulos 36 y 37

Presentimientos de malos augurios, trampas que hieren y... una luz al final del túnel.

  1. PRESENTIMIENTOS

JORGE SOTO

Domingo 21 de mayo.

01:15 hrs.

No pude entender que esto estuviese ocurriendo de nuevo, que mi pecho ardiera y que mi corazón no dejara de palpitar. Valentino había desaparecido. Livia había desaparecido. Y yo me había quedado solo con los invitados, siendo Renata la que hiciera las veces de mi acompañante el resto de la noche.

Busqué a Livia por los dos jardines de la casa, donde Joaco me había dicho que la había visto. Al no encontrarla p...