Mi historia muy real

Me despido del relato de mis experiencias personales en el sexo homosexual... por ahora, ya que nunca se sabe si volveré a tener nuevas aventuras. El final de mi historia es a lo grande, sexo duro con travestis y un chico muy amable que se corre en mi cara y luego se orina encima mío.

10) Ya vamos llegando al final de mi historia. Y eso es porque nos acercamos a los acontecimientos más recientes de mi vida sexual oculta. Lo cierto es que pasó muchísimo tiempo desde la anterior experiencia, con el chico de pago, hasta que volví a tener una experiencia sexual homosexual real. Por lo menos un par de años. Pero el deseo poco a poco se fue abriendo paso en mi mente, y poco a poco empecé a volver a excitarme viendo porno gay, volví a mirar y remirar las páginas donde se anuncian los chicos de...

Mi historia muy real (5)

Hago un breve alto para explicar lo más profundo e íntimo de mis fantasías sexuales, y que espero realmente cuando le chupo la polla a un hombre, o cuando me folla. Además, cuento también mi siguiente experiencia de pago, y como comienzo a comer culos.

8) Llegados a este momento del relato de mis experiencias, me veo obligado a hacer un aparte. Y sobre todo, advertir que no se trata de una historia que se haya producido en mi imaginación. Todo lo que he contado es rigurosamente cierto, y me ha pasado a mí, si bien en el transcurso de unos pocos años. Yo soy el que he pagado dinero a desconocidos para chuparles las pollas, o para que me follaran. Yo soy el que le he comido el nabo a un gordo desconocido en una especie de almacén sobre un restaurante, el qu...

Mi historia muy real (4)

Siguen mis desventuras homoeroticas completamente reales. Ahora pruebo una sauna que resulta estar casi vacía, pero debido a mi excitacion termino comiendole la polla a la persona menos apetecible.

7) Como habréis podido imaginar, la chupadita en el descampado del relato anterior no me había rebajado la libido para nada. Apenas había llegado a saborear el gusto de aquella polla cuando el tío se asustó y se largó. Y claro, yo seguía con ganas de marcha. Como después de más de una hora de deambular por aquel campo de cruising apenas me había dado resultado, decidí cambiar la apuesta. Bicheando por internet había descubierto que no lejos de mi casa, a una media hora o así, había una sauna gay situada en...

Mi historia muy real (3)

Tercera entrega de mi experiencia personal. Pese a ser hetero sigo deseando comer pollas y que me penetren muy fuerte, y sobre todo sentirme humillado y sometido. Pero no todas las experiencias salen bien...

5) Estaba claro que aquella segunda sesión de sexo homosexual de pago había sido de mi agrado. El chico fue muy educado, tenía una polla descomunal y sabía perfectamente cómo usarla. Tanto que había logrado que me corriera sin tocarme, sólo dándome por el culo. Aquel hizo que mi deseo creciera, y que estuviera dispuesto a acceder a fantasías más arriesgadas o poco usuales. Y por supuesto, que la fórmula del sexo de pago me siguiera pareciendo una buena opción, a la vista de la corrección con la que fui trat...

Mi historia muy real (2)

Donde continúo el relato de mis escarceos homosexuales desde mi posición de hetero curioso. Aquí vuelvo a recurrir al sexo de pago y me “encuentro” con un ejemplar con un rabo descomunal que por primera vez me hace llegar a una satisfacción casi completa

4) La segunda vez que había tenido sexo con un hombre, las sensaciones habían sido agridulces. Hubo aspectos positivos, como el olor a macho perforador de su polla, el paseíllo hasta la habitación desnudó y a cuatro patas; pero en general me había desalentado. La imposibilidad de limpiarme al terminar había sido determinante. Una cosa es desear que el tío esté sucio, para que huela a polla y me sentía un poco cerda por lamerlo. Otra muy distinta que terminado el acto tenga que irme sin lavarme. Por otra par...

Mi historia muy real (1)

Las muy reales y verídicas peripecias homosexuales de un hetero curioso que fantasea con tener sexo con hombres, y se va adentrando poco a poco en un mundo de morbo quede lleva a ampliar sus deseos y fantasías. Basado en hechos reales, mi propia experiencia personal.

1) La primera vez que tuve sexo con un hombre, tendría unos 35 años. No es que antes no hubiera fantaseado con ello. Para ser sincero, siempre me he considerado heterosexual, pero desde muy temprano sentí dentro de mi una tendencia natural a sentirme excitado en las situaciones de humillación física y verbal. Máxime cuando concernían al sexo. De ahí a sentirme atraído por experiencias con hombres en los que mi rol era exclusivamente pasivo y en las que los hombres abusaban sexualmente de mi, no había más qu...