Mi sobrina
-Ahora si zorrita, aun que no podre hacerte mucho, creerás que todo es un dulce sueño.
Ver a mi sobrina usando esas faldas para estar en casa, fue una provocación directo a mi polla, aun que muchas veces quise evadir la vista era imposible.
La muy condenada sin darse cuenta me tenia con una erección que hace mucho no se me paraba tanto.
Como otras tantas veces mi sobrina estaba en el comedor limpiando la mesa, recostada con los pechos encima y el culo bien paradito. para no tener que rodearla, estaba tan concentrada limpiando, que ni cuenta de mi presencia se dio cuenta.
Así...