Día de piscina

Todas las tardes al caer el sol, bajaba ella. Pelirroja con el pelo hasta la mitad de la espalda, ojos impresionántemente verdes, muchas pecas por la cara y los hombros, delgadita, aunque con unos abdominales levemente marcados,una cintura endiabládamente perfecta, y un busto no demasiado abundante.

Calor. Mucho calor. Bochorno podría llamarse. En pleno mes de Julio, después de estar tantas horas al sol, lo único que sabes con claridad, es que hace mucho calor.

Estaba en la piscina, una piscina de semiricachones demasiado creciditos como para siquera saludarte. ¡Ignorantes! Si supieran el apellido de mi familia... Pero esa es otra historia.

Trabajo como socorrista. No es necesidad, pero me han acostumbrado desde pequeño que si quiero algo tengo que ser yo el que me lo curre. Así que ahí est...