Relatos de juventud libro 2: Cap 10
Ellas solo querían a un chico malo. Yo sería el chico malo que les haría desear a los buenos.
Habían pasado varios minutos desde que sonara el timbre. Era poco probable que quedase alguien en las plantas superiores del instituto. Nadie vendría a interrumpir la diversión. Sin despegar mi cuerpo de Maite llevé las manos hasta el cierre de su pantalón.
–Creo que es hora de empezar la diversión –susurré a su oído, mientras comenzaba a bajar la cremallera de sus jeans. Sentí una de sus manos agarrarme de la muñeca–. Más vale que vuelvas a poner esa mano en la mesa y que separes más las piernas. A m...