Cornudo consentido
Un hombre se excita imaginando que otros hombres se follan a su mujer
La conocí en casa de un amigo común. Me gustó nada más verla, la invité a tomar café al día siguiente y acepto. Esa tarde nos besamos, pero no nos acostamos. A partir de entonces empezamos a vernos casi todas las semanas. Vimos que los dos teníamos gustos similares, nos gustaba estar juntos y al final nos veíamos casi todos los días. Pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, así que le dije que se viniera a vivir conmigo, y lo hizo. Tan sólo llevábamos 4 meses juntos. No éramos ningunos niños, ella tenía...