Dilatada en el convento

Cristina María una joven ambiciosa y puritana comienza sus andaduras sexuales con la persona menos indicada

Cristina María, exuberante adolescente de 19 años, pelo ondulado que caía sobre sus caderas como una cascada de champagne dorado, y piel pálida como la fría nieve, aunque no es fría la palabra que irrumpe en la mente cuando se piensa en ella.

De raíces tradicionales, vivía reprimida bajo la estricta educación católica de su madre, lo que explicaba su intachable expediente académico pero empezaba a chocar con su incipiente curiosidad por conocer como sería sentir un hombre dentro de ella.

Las esc...