Negra noche

Irene queda fascinada tras comprobar que el mito del gigantesco miembro viril de los negros es una realidad que la hace la boca agua.

-¡Sí, claro que la tenía gorda, la tenía muy gorda! ¿Satisfecho? –estallé al fin. Me había insistido tanto, que al final no pude más y terminé saciando su curiosidad.

-Entonces es cierto lo del tópico –dijo Juanma, sonriendo y sin dejar de conducir-, los negros tienen una buena polla.

Estábamos metidos en el coche, de vuelta a casa. Llevaba toda la noche con la misma canción. Quería saber si el negro de la foto la tenía gorda, y ya me había mareado de tal forma, que cedí y le dije lo que es...

Noche de un verano de sueño

He querido demostrame a mí misma que puedo escribir un relato erótico desde un punto de vista masculino.

Hace mucho tiempo conocí a Almudena, una chica de un pueblo de la costa donde veraneaba entonces con mis padres. Yo tenía diecisiete o dieciocho años y ella era una cría de quince que aparentaba más edad porque estaba muy desarrollada. Estuvimos juntos durante esas vacaciones, pero después nunca volví a verla.

Yo me casé hace tres años, y el verano pasado mi mujer esperaba nuestro primer hijo. En agosto fuimos con su hermano y su cuñada a veranear allí, después de tantos años. Eran las fiestas d...