Dominada por un animal
Por circunstancias Cristina se ve obligada a convivir con un amigo de la familia que la usa a su voluntad.
Pablo y Marta eran una pareja feliz pero convencional, vivían en un pequeño pueblo de montaña de la provincia de Gerona; gozaban de un mediano nivel de ingresos que eran obtenidos por un bar que regentaban. Rozando la treintena él y veinticuatro ella, no tenían hijos, y podrían haber pasado completamente desapercibidos, como tantas y tantas parejas; cine, pub y charlas con los amigos llenaban sus momentos de relajación. En fin lo que se dice una pareja sin vicios, pero tal carencia también posibilitab...