Aquél sábado

Varios años de amistad y cenas cargadas de conversaciones sexuales, tenían que acabar así.

Aquel sábado era como otros cualquiera, nada hacia pensar en lo que la noche nos depararía.

Habíamos quedado para cenar a las 22 en un nuevo restaurante de la ciudad, mi mujer Carolina y yo los pasamos a recoger con nuestro coche y fuimos a cenar. En la cena debido al vino y alos chupitos, acabamos hablando de lo de siempre la cama, Rebeca que era amiga de mi mujer tenia un cuerpo normalita pero desprendía ese deseo sexual que desprenden algunas mujeres, Andrés su marido era un chico normal aunq...