Mi mujer, su compañera y yo
Relato de un encuentro en donde se derrumbarán todas las inhibiciones de mi mujer, gracias a la experiencia y sobre todo, al morbo de su compañera de trabajo.
Un día que fui a recoger a Alicia al trabajo, me presentó a una compañera suya. Dios, vaya curvas tenía la chica. Tuve que hacer un verdadero esfuerzo para no desviar la mirada y aunque no era del todo guapa, su tipo y especialmente sus pechos naturales, compensaban todo lo demás. Sí, sé que suena muy superficial pero no nos engañemos, aquel busto quitaba el hipo.
Durante la vuelta a casa no me la pude quitar de la cabeza y al llegar estallé y le dije a mi mujer:
─ Vaya pecho tiene tu compañera....