Dingo

De ver unas fotos en Internet a probar el miembro de un enorme pastor alemán solo media la colaboración de un amigo.

Todo había comenzado con los extraños relatos de sexo y con las fotos que había bajado de Internet en mi oficina estaba aquella hermosa vendedora Verónica era una delicia total no tanto por su figura que era un poco rellena pero destellaba una fuerza de pasión increíble, tenia una boca de esas que uno sueña que le arrancan los huevos, el asunto es que ese día como de costumbre atendía a mis proveedores en la mañana, después de haber despachado a casi una docena de ellos y eran casi las doce hora de acabar c...