Marta y Salva
Marta mirando a su hijo se dio cuenta de que quería besarle, amarle, chuparle y que le chupase. Se estaba calentando y mucho...
COMO cada sábado, Marta preparó el desayuno para ella y para Salva que aprovechaba para dormir un poco más que de costumbre. Ya estaban las tostadas en la mesa cuando el chico apareció con una claramente visible semis-erección bajo el pijama. Marta se le quedó mirando y sus ojos se fueron directamente allí, a su entre pierna. No parecía tan grande como la de Boby, según había dicho Alex (Marta aún no había tenido oportunidad de verla ella misma), pero era una polla adulta sin duda. Por unos segundos ardió e...