Los cuernos, compartidos, no engañados (2)
Sigue la relación entre los tres y dedicamos una sesión a contar nuestras experiencias
La relación entre los tres, mi amigo, mi mujer y yo, iba viento en
popa. Ella estaba más guaapa, si cabe, por todo lo que follaba y lo
bien que la sentaba. Él, encantado, al sentirse amado por la
corneadora y el cornudo y ser el único que podía controlar la
situación.
Entonces, se me ocurrió, en una de las sesiones, con mis braguistas
puestas, por supuesto, que cada uno contara sus experiencias, sus
placeres, lo más les gustaba, etcétera. So volvieron hacia mí
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