Por fin consigo hacerte mía... a pesar de tu novio

En un parque consigo tirarme a Bea, aunque para ello tuviera que convencerla de que no hacía nada malo...

  • Caray, qué rápido eres!

  • A qué quieres que espere?

Sabía que iba rápido. Que iba a saco. Pero no me importaba. Sentía en mí la soberbia del que sabe que no va a ser rechazado.

Habíamos dado un largo paseo hasta llegar a aquel parque escondido. Nos sentamos en aquel banco tan poco iluminado, después de que ella rechazara otro banco porque le llegaba de pleno la luz de la farola. A mí me daba igual. Sabía que desde que nos sentáramos iba a ser mía. No me importaba el sitio.

  • m...

Infidelidad en los probadores

Ángel vuelve a poseerme sin que yo pueda evitarlo, en el probador de una tienda con mi novio esperándome.(2ª parte de Infidelidad en un aeropuerto)

Espera, no te los pongas… tengo pensado algo mejor.

Pero es que te has vuelto loco?

Dios, cómo me pones con ese tanga

No sé cómo había sucedido todo. Pasé de estar mirando unos vaqueros en una tienda, y de pronto, no sé muy bien cómo, me vi metida en el probador con Ángel. Debía haber estado esperando a que me metiera en los probadores para abalanzarse sobre mí, o algo por el estilo. Sólo había tenido tiempo de quitarme mis antiguos vaqueros.

¿pero qué haces?, no te das cuenta...

Esa noche el jefe fuí yo...

Era una locura, pero me metí en la habitación donde mi jefa estaba dándose una ducha...

Al llegar al pasillo donde estaba tu habitación me doy cuenta que tu puerta se encuentra entornada. A los ojos de la gente podría parecer cerrada, pero cuando toqué levemente la puerta y cedió corroboré lo que ya pensaba.

No sé el motivo de que tu habitación estuviese abierta, lo único que recuerdo es que entré con mucho miedo. No sabía si tú estabas dentro o habías salido para volver en seguida. Cerré la puerta detrás de mí. Eras compañera de trabajo, y además estabas casada, aquello no tenía l...

Qué ganas de que entraras

Un intenso encuentro a través de la webcam.

Estaba loca por que entraras. Llevo toda la tarde esperándote.

Acabo de llegar. Ni me ha dado tiempo de soltar las llaves. Pero aquí me tienes.

Llevo mucho rato pensando en ti, lo sabes, ¿no? Esto de trabajar en el ordenador es demasiado aburrido. Pensar en ti... es mucho más motivador.

Yo también me he estado acordando de ti. Más de lo que crees.

¿Ah sí? ¿Cómo de más?

Bueno, de camino a casa, en el coche, se me ha puesto dura pensando en nosotros y en lo que íbamos a h...

Infidelidad en el aeropuerto

Os cuento cómo le fui infiel a mi novio con un hombre que me encontré en un aeropuerto.

Me sentía sola. Hacía días que había discutido con mis padres y la cosa en casa no iba de bien en mejor. Muy al contrario, había decidido marcharme al piso de unas amigas a la isla de enfrente por unos días para ver si el ambiente mejoraba un poco con la distancia. Por otro lado, con mi novio me iba bien. No era para tirar cohetes, pero habíamos pasado situaciones peores. Al estar yo tan desanimada y tan ausente del mundo, nos sentíamos mutuamente un poco más lejos, nos comunicábamos mucho menos y hac...

Nos acostamos... y él no quería

Hago una pequeña visita a mi ex. Siempre ha sido fiel, pero hoy se estrenará.

Santi y yo lo habíamos dejado hacía unos siete meses. Fue por mí. Las dudas eran cada vez mayores porque había aparecido Alex en mi vida y me lo había desordenado todo. Ya no sabía qué quería, así que le propuse dejarlo. Él estuvo de acuerdo, aunque luego lo pasamos ambos bastante mal, y llegué incluso a arrepentirme. Yo había sabido de él sobre todo los dos meses posteriores a nuestra ruptura. Ya se sabe, siempre queda esa sensación de ahogo y de duda, de no saber si hemos hecho bien, si el otro lo e...

Acordándome de ti

Te cuento lo que imaginaba mientras me masturbaba pensando en ti.

He estado acordándome de ti

¿En serio? ¿En plan romántico y bonito?

Sabes que no

Lo sé. Y, bueno… ¿En qué pensabas?

Yo acababa de llegar al piso. Llevaba la minifalda negra que tanto te gusta. Me había puesto minifalda y tacones sólo para ti. Por suerte, en el piso no había nadie. Me recibiste con un beso dulcísimo en el cuello y el abrazo más cálido que se pudiera dar. Yo me dirigí hasta la mesa y dejé el bolso. Me mirabas el escote y pusiste cara de "dios mío pero qué buena...