Por fin consigo hacerte mía... a pesar de tu novio
En un parque consigo tirarme a Bea, aunque para ello tuviera que convencerla de que no hacía nada malo...
Caray, qué rápido eres!
A qué quieres que espere?
Sabía que iba rápido. Que iba a saco. Pero no me importaba. Sentía en mí la soberbia del que sabe que no va a ser rechazado.
Habíamos dado un largo paseo hasta llegar a aquel parque escondido. Nos sentamos en aquel banco tan poco iluminado, después de que ella rechazara otro banco porque le llegaba de pleno la luz de la farola. A mí me daba igual. Sabía que desde que nos sentáramos iba a ser mía. No me importaba el sitio.
- m...