Sorpresa en el subte
Un muchacho saborea un culito en el subte. La chica sabrá darle otra sorpresita más.
Aquella mañana me había levantado con la verga bien parada. Cuando esto sucedía tenía dos opciones: pajearme en ese mismo momento o salir en busca de una conchita o culito que me dejara descargar ahí mi leche. Por lo general sucedía lo primero pero ese día me dieron ganas de lo otro. Por eso salí en busca de, por lo menos, un culo donde apoyar mi calentura. Y que mejor lugar que el subte repleto de gente donde las posibilidades eran amplias. En todas mis aventuras pajeras no había pasado mas que de ap...