Conozco a mi amo
Después de mucho fantasear con ello, por fin doy el paso y me decido a conocer a mi amo.
La vibración del teléfono hace que se me acelere el corazón y que mis manos tiemblen mientras me retoco el maquillaje. Suspiro profundamente mientras me miro al espejo: los ojos pintados de azul celeste, resaltando el castaño natural de sus iris, me devuelven una mirada nerviosa. No estoy segura de lo que voy a hacer, pero ya no puedo echarme atrás.
Mi temblorosa mano se dirige ahora hacia el bolsillo para alcanzar el teléfono, que ya ha dejado de vibrar. La pantalla se ilumina mostrando el nombre de...