La última noche

Muerte

Una melena de sangre caía desde la luna. Por ella, las voces de las muertas ascendían al Valhaya. Bruna besó la boca partida de Sheila. Acarició su mejilla y, desde las ruinas de la muralla, oteó el horizonte. El silencio mordía la noche. Un corro de cadáveres las rodeaba.

Volvió a colocar su mirada sobre la de Sheila, que reposaba herida de muerte acogida por el cálido abrazo de la Madre Tierra. Ahora, Bruna besó su vientre.

Desde el vientre, una caricia de cabellos rubios se mezclaba con la sa...