Ya no te soltaré
Nuestro primer encuentro sería al otro lado de la cordillera, todo estaba previsto. Me había dicho que una vez allí, ya no sentiría vergüenzas....porque nada dependería de mí.
El vuelo despegó puntual como estaba previsto. Mis mariposas estaban alborotadas, desde ese último mensaje recibido en la sala de embarque: “me importa una mierda, con quien viajas… aquí llegas sin bragas, y con el plug anal colocado! Y esa es tu última tarea. Luego estarás en mis manos. Y ya no tendrás nada que hacer”.
Ese día volábamos a Chile, con un grupo de 8 personas entre amigos y familias. Las carreras eran el leit motiv para los viajeros, bueno, para todos menos para mí. Yo iba a otra cosa. Y...