Atraída por su hijo (II)
Continúo con el relato de mi maravillosa relación erótica con mi hijo, al que adoro como hombre y que me ha convertido en su mujer con mi pleno consentimiento.
Lo digo con orgullo y sin el más mínimo arrepentimiento desde que descubrí la pasión que nos envolvió desde el primer instante que me hizo suya, pues ésta se ha manifestado en todos los momentos felices de mi vida junto a él, que han sido muchos, y que culminaron en lo máximo, como pasaré a describir.
Jamás olvidaré esa primera vez, que aunque infinitamente repetida no borraron el supremo deleite de sentirme la hembra de mi propio hijo, sabiendo el placer que le daba sentir su cuerpo den...