Confinamiento. 2ª Parte.
María queda preocupada por ser el centro de atención de los cuatro machos de la casa. Su marido le anima a que no sufra por ello y que de dé rienda suelta a su imaginación.
María recorrió el pasillo envuelta en la toalla que dejo caer al suelo al entrar en el dormitorio conyugal. Roberto somnoliento se hallaba tumbado bocabajo en la cama.
María abrió el bote de crema corporal que había cogido del baño y procedió a untarse comenzando por la pierna que previamente había subido en la cama. Comenzó desde los tobillos hasta llegar a los muslos frotándolos en círculos para posteriormente pasar a masajear de forma simétricas sus dos cachetes redonditos.
Roberto que se hab...